jueves, 26 de noviembre de 2015

Redactado por: Gisela Fontarnau Galea

Dismorfia muscular, vigorexia, anorexia masculina o mal de los gimnasios.

Es un desorden emocional y alimentario descubierto hace unos 20 años por Harrison G. Pope, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hardvard, Estados Unidos. Afecta mayoritariamente a hombres que se ven a sí mismos débiles y pequeños. Esta visión alterada hace que su alimentación no sea la adecuada, ingiriendo demasiadas proteínas, dejando de lado hidratos de carbono y lípidos, además de recurrir a suplementos artificiales para ganar masa muscular.
El deseo de tener un cuerpo perfecto, musculado y sin grasa, crea una obsesión de quemar calorías y ganar músculo haciendo ejercicio físico. Así es, que muchos afectados por este trastorno tienen un cuerpo hipermusculado. La necesidad de ejercitarse es tan grande que pueden entrenarse estando lesionados, enfermos o demasiado cansados; si no tienen la posibilidad de hacer alguna actividad física, pueden aparecer síntomas de ansiedad y fatiga.
Este desorden puede originar que la persona tenga problemas físicos a causa de los enormes músculos que adquieren, transformando sus cuerpos en masas desproporcionadas, normalmente demasiado pesadas, que acarrean problemas óseos, articulares y acortamiento de músculos y tendones, lo que conlleva una falta de agilidad.
Sobre este último punto voy a profundizar, en los cambios estructurales que causan los músculos superejercitados en el tórax.
  • Síndrome cruzado superior
              Es producido por un sobreentrenamiento de los pectorales, las fibras superiores del trapecio y el elevador de la escápula. Produciendo un acortamiento del dorsal ancho y debilitando el serrato.
              2014-07-29-00-52-40_shoulder-protraction-drawing-jpg.jpeg
Ilustración 1
Los pectorales tiran del hombro hacia dentro y adelante, acentuando la cifosis dorsal. La tensión del trapecio hace que la base del cuello esté adelantada, produciendo así una lordosis cervical.
              Se puede intentar revertir, estirando los músculos acortados, especialmente los pectorales, y fortaleciendo los alongados.


  • Escápula alada
             El nombre de este síndrome se debe a que el omóplato sobresale del tórax, pareciendo una ala. Es producido por una elongación de los músculos toracoescapulares, acortamiento del músculo serrato anterior y / o cifosis dorsal, al coger peso repetidas veces ejercitando los pectorales.   
   escapula alada.jpg     
Ilustración 2


  • Escápula en campaneo externo (abducción)
              Las personas con una caja torácica grande son más propensas a tener las escápulas en abducción por acortamiento del deltoides. Los omóplatos necesitan de un gran recorrido para llegar al plano frontal, lo que contribuye un acortamiento del serrato anterior. De esta forma los omóplatos quedan planos, muy separados de la columna vertebral y en campaneo externo. Esta posición propicia a que los hombros estén en rotación interna, se hunda el pecho y la cifosis dorsal se acentúe.


  • Diástasis abdominal
              Muchas personas tienen los abdominales salidos, hinchados, aún cuando están extremadamente musculados. Esto es debido a que los abdominales están mal ejercitados y el recto anterior del abdomen se separa del del lado opuesto  por la línea alba. Este problema funcional y estético es más usual en mujeres que han dado a luz, los músculos tienen que darse de sí, separarse para dejar espacio al bebé, y a veces es difícil que vuelvan a su estado normal.
diástasis abdominal.jpg
Ilustración 3
Al hacer abdominales se debe dejar el abdomen libre de presiones internas, esto quiere decir que no debe haber aire, sino es como si fuéramos golpeando el recto anterior interiormente a cada abdominal que hacemos, y poco a poco, estos se separan. Se tiene que espirar  al ejecutar la contracción del músculo.


Bibliografía:











No hay comentarios:

Publicar un comentario